Microhistorias - Creación del conmutador telefónico automático como consecuencia de ataques Man-in-the-middle

1280px-Uniselector_Stepper_detail.jpg Strowger-type selector assembly - Wikipedia

A finales del siglo XIX, las centralitas telefónicas estaban controladas completamente por el factor humano. Éste como todo en la vida tenía sus cosas buenas: toma de decisiones, toque personal, etc, pero también sus cosas malas: lento, coste económico, errores, cotilleos, etc.

Era sólo cuestion de tiempo que el operador telefónico acabara desapareciendo de esta ecuación y fuera una máquina la que conectara al llamante con el llamado de forma totalmente automática.

Como la mayoría de los inventos en nuestra vida, estos aparecen como respuesta a alguna necesiadad. En el caso que nos abarca, fue a finales de 1880 cuando el dueño de una funeraria, Almon Strowger, en Kansas City, Missouri, empieza a ver una caída importante en la actividad de su negocio y no era precisamente porque la gente dejó de morir, sino que, según sus sospechas, la mujer del dueño de otra de las funerarias de la misma ciudad trabajaba como operadora telefónica y todas las llamadas que recibía preguntando por la funeraria, las mandaba al negocio de su marido. Esto es lo que hoy en día diríamos que es un ataque Man-in-the-middle (o más bien woman-in-the-middle) :)

Strowger evidentemente tenía un problema y varias opciones para solucionarlo: denunciar a la compañía de teléfonos o a la operadora, hablar con funeraria de la competencia, etc, pero nada de eso cortaría el problema de raíz: hacer desaparecer el factor humano de los conmutadores telefónicos, posiblemente la solución más elegante.

En 1888, Strowger concevió su invención: el conmutador Strowger (Strowger switch) y en 1891 había patentado el Conmutador Telefónico Automático (Automatic Telephone Exchange), y ese mismo año creó Strowger Automatic Telephone Exchange Company, empresa para la comercialización de su conmutador mecánico telefónico.

Dicha máquina permitía la llamada entre usuarios (conectados en la misma centralita) sin la necesidad de la intervención humana. En su versión original, el teléfono de los usuarios sólo disponían de tres botones: centenas, decenas y unidades. Si un usuario quería llamar al número 531, pulsaba cinco veces el botón de las centenas, tres veces el de las decenas y una vez el botón de las unidades.

El primer conmutador de Strowger abrió sus puertas en 1892 en La Porte, Indiana, con 75 usuarios iniciales y con capacidad para 99.

Esta fue “la primera gran evolución” de la centralita telefónica y quizás las más importante. En 1916, la compañía Bell empezó a usar los conmutadores de Strowger fabricados por Automatic Electric (empresa en la que se convirtió Strowger Automatic Telephone Exchange Company) y en 1926 Bell empezó a fabricar los suyos propios, llamados sistemas paso-a-paso (step-by-step).

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