El brazo robot de la Mars Lander y la Tercera Ley de la Robótica

 El ejemplo más claro y práctico de la Tercera Ley de Asimov de la Robótica:

  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
El brazo robot de la Mars Lander  (Phoenix para los amigos) se encontraba en una posición un poco complicada (atascado en el suelo marciano) , y entonces recibió una orden de movimiento que el mismo robot reconoce como peligrosa (error humano) para su propia supervivencia pero para nada dañina para seres humanos.

El robot evalúa las consecuencias de hacer caso a la orden dada por la NASA y por este motivo se desconecta él mismo de forma automática para evitar posibles daños … una forma elegante de “no obedecer” a sus amos humanos aplicando la tercera Ley de la Robótica …

Frase del responsable de la misión Ray Advison:

“Es lo bastante inteligente cómo para saber que no tenía que hacelo …”

Impresionante ..

Visto en:

http://www.pcworld.idg.com.au/index.php/id;593684490

http://science.slashdot.org/article.pl?no_d2=1&sid=08/07/16/0019207